viernes, 6 de agosto de 2010

Alfarero Divino


Corazón de Jesús Sacramentado, por tu Madre Inmaculada, te pido concedas a este pobre barro mío:
-Hacer bien a los malos sin hacerme malo
-Olerte desde lejos.
-Adivinarte oculto.
-Sentirte presente por instinto.
-Conocerte y conocerme.
-Amarte y despreciarme.
-Reconocerte mío y reconocerme tuyo.
-Ser Tú y no ser yo.
-Dejar sabor y olor a Ti en pos de mí.
-Hacer mucho bien en torno mío y que nadie, más que Tú, caiga en la cuenta.
-Que me paguen mis cariños y sacrificos por mis prójimos con olvido para mí y cariño para Ti.
-Dejar a todo el que me mire o me oiga un poco de luz y de paz y que sólo lo agradezcan a Ti.

Terremoto Teologal

CAOS. A veces nos parece estar en medio del caos. ¿Alguna vez has estado rodeado de niños de 12 años llenos de energía? Es una experiencia parecida a un terremoto. Unos corren, otros los persiguen, unos quieren jugar fútbol, otros béisbol, otros gritan. Sin embargo, hay mamás que en medio del caos, saben conservar perfectamente la calma. No sólo tienen todo bajo control, sino que hasta disfrutan el momento. Transmiten paz y alegría a todos los que las rodean. Para cualquiera que lo vea desde afuera, esto parece ser un milagro. Los más beneficiados son los niños, que disfrutan mucho más todo lo que hacen. Así sucede también con cualquier persona que en una situación que parece desesperada, transmite paz, optimismo, esperanza, alegría, serenidad. No es de extrañarse que al poco tiempo se le acerque alguien a preguntarle cómo lo hace.

Nosotros tenemos que creer con fe viva. La fe es un don de Dios, totalmente gratuito. Pero la fe es también la respuesta del hombre a Dios que se revela y se entrega a él. San Pablo nos dice que la fe es "garantía de lo que se espera; la prueba de las realidades que no se ven" (Hb 11,1).

Cada uno de nosotros está llamado a ser esa prueba en medio de nuestro mundo. El cristiano, en medio del caos, puede permanecer sereno y alegre, porque sabe que Dios nunca lo abandonará. Cuando Cristo estaba con nosotros, sus milagros eran una prueba. Dios está con nosotros, él quiere vivir en nuestra alma. Precisamente cuando todo parece estar perdido, es ahí cuando tenemos que alegrarnos y poner nuestra seguridad en el Señor, porque entonces él actuará.

A veces parece que nos ahogamos porque creemos que todo depende de nosotros. En realidad, lo que depende de nosotros es muy poco. La mayoría de las cosas que nos afectan no dependen de nosotros, y no podemos hacer nada para cambiarlas. Pero Dios no nos va a dejar abandonados. Él es nuestro Padre, que nos ama con amor eterno. Él nos conoce perfectamente. “Hasta los cabellos de tu cabeza están contados”. Él sabe que somos limitados, pero nosotros somos sus hijos. Lo que sí podemos cambiar es nuestra actitud ante los hechos.

Podemos dar todo por perdido, o podemos reaccionar con fe. “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Hay que elevar el corazón a Dios en el momento de dificultad, a acudir a Él con confianza y a pedirle el don de la alegría y de la paz.
Catholic.net

El Valor de la Santa Misa

“En la hora de la muerte, las misas a las que hayas asistido serán tu mayor consuelo.
Toda misa ayuda a defenderte junto a la justicia divina. En cada misa puedes disminuir la pena temporal debida a tus pecados y la disminuye más o menos de acuerdo con tu fervor.
Asistiendo con devoción a misa, prestas las horas más grandes a la santa humanidad de Jesucristo.
El se compadece de muchas negligencias y omisiones tuyas. Te perdona los pecados que no has confesado, de los cuales, sin embargo, te arrepentiste. Disminuye el imperio de Satanás sobre tí. Ora por las almas del purgatorio de la mejor forma posible.
Una sola misa a la que hayas asistido en vida, te será más saludable que las que otros asistirán por tí después de tu muerte, pues a través de la misa participas de la pasión, muerte y resurrección de Cristo.
La misa te preserva de muchos peligros y desgracias que te abatirían. Cada misa disminuye tu purgatorio. Cada misa te da un grado mayor de gloria en el cielo.
En la misa recibes la bendición del sacerdote, la que nuestro Señor ratifica en el cielo. Eres bendecido en tus negocios e intereses personales.
Entérate, ¡oh cristiano!, que es más merecido oír una misa devotamente que distribuir todas las riquezas a los pobres y peregrinar por toda la tierra”.
S. Bernardo



”Nuestro Señor nos concede todo lo que le pedimos en la santa misa; y lo que más vale es que nos da todavía lo que ni siquiera cogitamos en pedirle y que, sin embargo, necesitamos”.
S. Jerónimo5

Santa Rosa de Lima

Isabel Flores de Oliva recibió popularmente el nombre de Rosa al que ella ..........de Santa María.
Santa Rosa de Lima, fue celebrada como la primera flor de Santidad de América. Dotada de brillantes cualidades y dotes de ingenio.
Siente profunda veneración por Santa Catalina de Siena.
Amante de la soledad, dedica gran parte del tiempo a la contemplación, deseando también introducir a otros en los arcanos de la “oración secreta”.
Recluida frecuentemente en la pequeña ermita, abrirá su alma a la obra misionera de la Iglesia con celo ardiente por la salvación de los pecadores y de los indios.
Durante quince años soportará gran aridez espiritual, como crisol purificador, también destaca por su misericordia con los necesitados y oprimidos.
Santa Rosa de Lima arde en amor a Jesús en la Eucaristía y en honda piedad para con su Madre.

Fr. Vincent de Couesnongle

¡Madre que no nos cansemos!

¡Madre Inmaculada! ¡Qué no nos cansemos! ¡Madre nuestra! ¡Una petición! ¡Que no nos cansemos!

Si, aunque el desaliento por el poco fruto o por la ingratitud nos asalte, aunque la flaqueza nos ablande, aunque el furor del enemigo nos persiga y nos calumnie, aunque nos falten el dinero y los auxilios humanos, aunque vinieran al suelo nuestras obras y tuviéramos que empezar de nuevo....¡Madre querida!.....¡Que no nos cansemos!

Firmes, decididos, alentados, sonrientes siempre, con los ojos de la cara fijos en el prójimo y en sus necesidades, para socorrerlos, y con los ojos del alma fijos en el Corazón de Jesús que está en el Sagrario, ocupemos nuestro puesto, el que a cada uno nos ha señalado Dios.

¡Nada de volver la cara atrás!, ¡Nada de cruzarse de brazos!, ¡Nada de estériles lamentos! Mientras nos quede una gota de sangre que derramar, unas monedas que repartir, un poco de energía que gastar, un palabra que decir, un aliento de nuestro corazón, un poco de fuerza en nuestras manos o en nuestros pies, que puedan servir para dar gloria a Él y a Tí, y para hacer un poco de bien a nuestros hermanos....¡Madre mía, por última vez! ¡Morir antes que cansarnos!









Beato Obispo Manuel González

Ancianos pero dichosos


•Dichoso el anciano que valora su ancianidad, porque en su atardecer sabrá dar gracias a Dios por el gran don de la vida.

•Dichoso el anciano que es portador de paz y energía creadora, poque contribuirá hasta el último momento a la construcciónd el mundo.

•Dichoso el anciano que se mantiene optimista, porque no tendrá la sensación de haber desperdiciado su vida.

•Dichoso el anciano, que se acerca al sufrimiento de los demás, porque nunca carecerá de compañía.

•Dichoso el ancino que no fomenta el egoísmo de vivir buscando sus seguridades, porque las encontrará cubiertas todas por añadidura.

•Dichoso el anciano que viviendo su pobreza siembra alegría a su alrededor, porque conocerá el gozo de vivir.

•Dichoso el anciano que acepta con mirada confiada y serena sus limitaciones, porque descubrirá la felicidad de la sencillez.

•Dichosos y felices todos los ancianos que encontrándose solos y abandonados continúan amando porque se sentirán amados por Dios.

Marta Lambrecht

La devoción a la Virgen del Carmen se difunden por el mundo


La Virgen Inmaculada, Estrella del Mar, es la Virgen del Carmen, es decir a la que desde tiempos remotos se venera en el Carmelo. Ella acompañó a los Carmelitas a medida que la orden se propagó por el mundo. A los Carmelitas se les conoce por su devoción a la Madre de Dios, ya que en ella ven el cumplimiento del ideal de Elías. Incluso se le llamó: "Los hermanos de Nuestra Señora del Monte Carmelo". En su profesión religiosa se consagraban a Dios y a María, y tomaban el hábito en honor ella, como un recordatorio de que sus vidas le pertenecían a ella, y por ella, a Cristo. La devoción a la Virgen del Carmen se propagó particularmente en los lugares donde los carmelitas se establecieron.

La Virgen María entrega el escapulario el 16 de julio de 1251

En el año 1246 nombraron a San Simón Stock general de la Orden Carmelita. Este comprendió que, sin una intervención de la Virgen, a la orden le quedaba poco tiempo. Simón recurrió a María poniendo la orden bajo su amparo, ya que ellos le pertenecían. En su oración la llamó "La flor del Carmelo" y la "Estrella del Mar" y le suplicó la protección para toda la comunidad. En respuesta a esta ferviente oración, el 16 de julio de 1251 se le aparece la Virgen a San Simón Stock y le da el escapulario para la orden con la siguiente promesa:

"Este debe ser un signo y privilegio para ti y para todos los Carmelitas: quien muera usando el escapulario no sufrirá el fuego eterno"

Aunque el escapulario fue dado a los Carmelitas, muchos laicos con el tiempo fueron sintiendo el llamado de vivir una vida mas comprometida con la espiritualidad carmelita y así se comenzó la cofradía del escapulario, donde se agregaban muchos laicos por medio de la devoción a la Virgen y al uso del escapulario. La Iglesia ha extendido el privilegio del escapulario a los laicos.

El Escapulario tiene 3 significados

1) El amor y la protección maternal de María: El signo es una tela o manto pequeño. Vemos como María cuando nace Jesús lo envuelve en un manto. La Madre siempre trata de cobijar a sus hijos.
2)Pertenencia a María: Llevamos una marca que nos distingue como sus hijos escogidos. El escapulario se convierte en el símbolo de nuestra consagración a María
3)El suave yugo de Cristo: "Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana". (Mt 11:29-30)



Origen Histórico del Carmelo

La historiografía carmelita de todos los tiempos, ha encontrado grandes dificultades, especialmente en sus orígenes, ya que carece de escritos fiables para conocer su origen y evolución. La orden del Carmen no tiene un hombre o mujer a quien se pueda acudir como fundador o fundadora.

Su origen es sencillo, modesto, sin relieve. Un grupo de cruzados, penitentes y peregrinos dieron vida a la futura “Orden del Carmen” en la última década del siglo XII en las laderas del Monte Carmelo, en Palestina.

Las primeras constituciones que conocemos -1281- ya traen la rúbrica prima pero que hubo de ser anterior, en la que se afirma que estos primeros habitantes del Carmelo se propusieron vivir en comunidad y trataron de emular a San Elias y a él lo tomaron como padre espiritual. Estas normas de vida se convirtieron en regla al ser aprobadas canónicamente por el Papa Honorio III, el 30 de Enero de 1226.

No pocos de aquellos devotos peregrinos, en lugar de volver a su patria, preferirían quedarse en Palestina para consagrarse al Señor, abraza ndo allí la vida monástica en el Monte Carmelo, en las cercanías de la fuente de Elías. Allí siguiendo el ejemplo del santo y solitario profeta Elías, “vivían en pequeñas celdas y, cual abejas del Señor, se dedicaban a elaborar en sus colmenas una miel espiritual de exquisita dulzura”.

El historiadora dominico Vicente de Beavvais, en su “speculum maius” dice: nos encontramos, pues, en Palestina ante un grupo de ermitaños, provenientes de varios países europeos. No son nativos, sino occidentales; de ritmo latino, y por tanto, distintos de los monjes grecoortodoxos el cercano monasterio de Santa Margarita o Marina.

Este grupo anónimo de consagrados, en obsequio de Jesucristo, pronto se dedicarán también a María en el Espíritu de Elías.